sábado, 23 de abril de 2016

Amanecer

El roció frió de la madrugada me indica la hora de dormir
mi compañero, el café que reclama más tiempo junto a el
Me he convertido en un seguidor de la luna, de los que cuentan estrellas
ahora el del espejo sonríe y duermo sin tanto en mi cabeza
sin presión en el alma y ya no me duele la cara por forzar sonrisas
digo lo que siento y  pienso sin miedo a equivocarme
ahora el silencio es para escucharme, no es incómodo como antes
Un agujero más en el cinturón me ha costado este amor
me perdí por hacerte feliz y ahora que te fuiste me he encontrado
al igual que es espacio que ya no era mío y mucho menos nuestro
ahora sonrió de la nada como un niño enamorado.
Miro a lo lejos, a un horizonte de concreto y veo todo lleno color
lo único gris son edificios que están naciendo,
esos que aparecen con la esperanza de albergar historias nuevas
o soy yo, el que está optimista? solo que no me acordaba como se sentía
siento el aire, huele a esperanza con un pequeño toque de melancolía
ese que te invitan a escribir o tal vez pintar o solo salir a regalar sonrisas.
Otra taza de café con vainilla para acompañar a este nuevo amanecer,
frío, nublado, callado y tranquilizador como cuando estas descubriendo un nuevo amor.